jueves, 27 de noviembre de 2008
LAS CRONICAS DRAECONN
Extraño resultaba despertar cada mañana solo a esperar órdenes. Demasiado tiempo habían pasado en la guerra mas larga de la que mayoría de los hombres tenía memoria. Muchos habían muerto en esta gran guerra, tantos que de los que quedaban en pie pocos tenían a donde o con quien regresar.
Galius Draeconn y su hermano Thaeles, habían comandado desde muy jóvenes a los hombres de los clanes más numerosos del norte siendo tan hábiles y diestros como su padre el rey de Blaezkann llamado “el fiel”. Reconocidos en batalla, protegidos del General Manthus y de completa confianza del ahora rey único de todos los estados y reinos, Nheordann, los dos jóvenes esperaban junto a unos trescientos hombres órdenes en las llanuras de Brucai, estos trescientos eran los que habían preferido quedar al mando de los jóvenes luego de la última batalla ya sea por lealtad o por que la única familia que les quedaba eran sus compañeros de batalla.
Ya hacía tres meses que permanecían en las llanuras acampados esperando órdenes.
Pero la espera estaba por concluir.
Un jinete traía para los dos jóvenes hermanos un mensaje que les llevaría sin duda a un cambio radical de escenario.
El mensaje decía textualmente.
“De Manthus a mis jóvenes amigos
Galius y Thaeles Draeconn.
Como desearía estar con ustedes en este instante y abrazarlos, y festejar juntos la victoria que tanto luchamos por conseguir, libres del reino oscuro que nos oprimió por tanto tiempo y que consumió la vida de tantos de nuestros más fieles y queridos amigos entre ellos vuestro amado padre.
Sin embargo aunque el mal a perdido poder aún no ha sido por completo erradicado y requiero de vuestra ayuda. Muchos de los Carthagan se han escondido en las aldeas así como en las rutas y senderos escondidos en las montañas tratando de reorganizarse haciendo uso de sus artes oscuras para buscar nuevos aliados reclutando en sus filas aquellos débiles y desorientados por causa de esta guerra.
E encomendado a varios de los que ustedes conocen que lucharon con nosotros lado a lado enviándolos a distantes regiones para encontrar a los Carthagan donde quiera que estén para darles muerte, se que ustedes no querrán estar ajenos a esta nueva misión.
De todos modos dejo en sus manos la decisión de aceptar esta encomienda, pues conociendo sus habilidades requiero enviarlos a la región mas oscura, la región donde se inició todo lo que hasta ahora hemos vivido, las tierras negras de Brazzcrull.
Si aceptan, sepan que no les enviare solos, e arreglado que con ustedes vaya una persona de mi entera confianza que a estado conmigo todo este tiempo en las sombras, ayudándonos desde lo profundo, en silencio, protegiéndonos desde lo secreto, nuestro mejor espía tras las líneas de los Carthagan, aquel que ustedes conocen como Curull.
Mi fiel espía hace ya dos días que tomó el paso de Hur-mon y se dirige a las tierras de Debrannz del forjador de espadas, algo hay allí que atrajo la atención de los Carthagan. Entre mitos y antiguas artes el enemigo no desestimará cualquier cosa que les sea útil sea algo real o algo que subyugue por superstición.
Si deciden aceptar esta misión podrán alcanzarle a los pies del Cebralla la montaña de los laberintos, el estará a la espera de ustedes, envíen mi mensajero de vuelta con su decisión.
Que aquel a quien todas las cosas están sujetas les proteja, pronto nos veremos.
Su amigo y hermano.
Telric Manthus”
EL ENCUENTRO
Galius:
Dejamos atrás el campamento y una extraña sensación me invadió, no era miedo y sin embargo eso parecía, de pronto me sentí como hace unos años atrás, niños aún, sin saber muchas cosas, sin ver con claridad muchas otras, dejando atrás un hogar, un lugar seguro y sino, por lo menos conocido. Miré a mi hermano y los años se me esfumaron por unos instantes, salvo el instinto siempre alerta me volvía a la realidad, jóvenes aún, muy jóvenes, curtidos, mas no viejos, tampoco niños, años perdidos.
Tomamos una ruta poco conocida que nos llevaría en menos tiempo a nuestro encuentro con, “el fantasma”; para todos, llamado Curull, esto nos llevaría a pasar por lo menos una noche en los estrechos senderos del paso Muertho un lugar de escarpados desfiladeros.
La verdad es que no estaba muy seguro si quería seguir con todo esto, definitivamente algo había cambiado en mi esta guerra y no tenía claro si para bien o para mal o ambas, sin embargo tenía curiosidad, una gran curiosidad por conocer a aquel guerrero del que se contaban historias extraordinarias, un hombre que parecía tener poder sobrenatural cuyo rostro solo conocía Manthus, este mítico personaje nos había proporcionado ayuda e información estratégica pese a los riesgos; rescatando de la muerte a muchos de nuestros compañeros exponiendo su propia integridad, toda una leyenda.
Alcanzamos el paso en el tiempo fijado para ello y la ruta parecía intacta, perdida para la mayoría desde hacía mucho. Mientras íbamos sobre las monturas noté que mi hermano leía asiduamente un cuadernillo el cual yo no había notado antes.
Esa noche después de haber comido le volví a observar con aquel libro en las manos. A la luz de la fogata leía y repasaba lo anteriormente leído.
_Que tanto lees?
_Recuerdas a aquel hombre moribundo que encontré escondido en las ruinas de la torre de Roann?, se escondió allí protegiendo este libro. En su agonía no pudo decirme mucho, salvo, que me quedara con el, que me serviría para encontrar el códice. En el hay nombres extraños, dibujos y palabras en idiomas que no logro entender, también algunos mapas o algo así, marcas y señales, desde entonces lo llevo conmigo y sin embargo no le había tomado asunto hasta la carta de Manthus; los Carthagan, supersticiones y artes oscuras me hicieron recordarlo, mas aún cuando Manthus nos pide ir a las tierras de Debrannz el forjador de espadas y me puse a ojear este libro pues recordé haber visto unos dibujos de armas…
_Y..?
_ Y bien, sucede que el libro muestra que existen tres armas forjadas hace cientos de años por un elfo llamado Debrannz, son armas de un solo dueño, sin embargo no es el dueño quien escoge el arma, es el arma quien escoge a su dueño, son armas poderosas quien las posea podrá manejar ese poder.
_Que clase de poder?
_No lo sé, lo demás esta en un idioma que no conozco y el dibujo donde se encuentran el detalle de las mismas fue arrancado, solo quedó una parte de la empuñadura de una de ellas, mira, lo ves…?, al parecer las arrancaron con cierta rapidez o algo así.
_Que hay del códice del que hablaste?
_Es probable que en alguna parte de este libro diga como hallarlo y para qué sirve, eso sino no han arrancado aquella hoja también, sería interesante si encontráramos a alguien que pudiera leerlo.
_Cierto, quizás nuestro amigo Currull sepa algo…
No me di cuenta en que momento me quedé dormido aquella noche por consiguiente, lo que en realidad me parecía un sueño se me hizo muy real. Desperté sobresaltado, algo no andaba bien, no se si era el aire o el lugar o ese extraño resplandor allí afuera y simplemente me dirigí hasta el hasta que de pronto me fui de bruces.
Un dolor insoportable me hacía difícil pensar o por lo menos mantener una idea clara de lo que estaba pasando, estaba recostado entre algunas alforjas o más bien tirado allí, sentía un calor insoportable por dentro y mi sudor había mojado toda mi ropa como si una fiebre alta me hubiese atacado de pronto, confundido y débil trate de incorporarme, sentía mucho ruido a mi alrededor y personas que cerca de mi estaban pero no podía ver con claridad. De pronto, una voz conocida para mi_ “levántelo y tráiganlo a acá”_. La verdad es que me arrastraron hasta allá…
Me dieron algo de beber, se sentía muy extraño; poco a poco mi vista así como el resto de mis sentidos se fueron normalizando.
Cadheon era un hombre extraño, siempre lo fue, intimidaba realmente no por ser fiero sino por ser un tipo solapado, carente de simpatía natural, preocupado por ganar un nombre o estatus en esta guerra, dirigía a sus hombres sumergiéndolos en misticismos, rituales y todas esas cosas raras, sin embargo había luchado lado a lado con nosotros. Entre mi mente aún confusa recordé la carta de Manthus e inocentemente se la comenté…
_ Manthus no me ha enviado ninguna carta a mi, sin embargo si en algo te podemos ayudar…
_Para empezar no veo por ningún lado a mi hermano.
_Te encontramos solo e inconciente…no recuerdas nada…?
_Dónde es que me hallaron?
_En los laberintos de Cebralla, hace dos noches.
_Ya van cuatro días de que acampamos con mi hermano…
_Qué comisión tenían allí y con quién?
Tras esa pregunta noté que estaba hablando de más y guardé silencio aunque ya era algo tarde para eso.
_Es el espía verdad…?
Como pude me levanté tratando de marcharme de lugar y mientras lo hacía, Cadheon seguía inquiriendo.
_Es Curull… hablaste de él mientras dormías cuando la fiebre te consumía…
Hablar dormido…es la forma más humillante de delatarse…
_Te envenenaron, alguien quería tu muerte seguramente tu hermano sufrió lo mismo y yo creo que es ese tal Curull, nadie sabe de él, nadie lo ha visto jamás que tal si ahora nos traicionó, tiene el poder y los contactos para hacerlo que tal si es parte de los Carthagan ahora, vamos Draeconn yo te ayudare a matarlo.
Las cosas parecían calzar que tal si habíamos sido victimas de alguna trampa. Decidí volver al lugar donde me habían hallado para ver si encontraba alguna pista y decidí hacerlo solo, pese a la insistencia de Cadheon.
La caverna era estrecha y me aventure unos metros mas adentro…
Algo debía encontrar, no era posible que mi hermano simplemente desapareciera. Mientras avanzaba extrañas imágenes rondaban mi mente, las que me decían que no había sido precisamente yo estos últimos días.
La antorcha iluminaba de manera fantasmagórica la estrecha caverna. Buscando detalles que me dieran alguna pista, me llevo a mirar la posición irregular de algunas piedras sueltas en un costado, sin duda atrajo mi atención. Me incliné y descorrí algunas de su lugar, inmediatamente se asomo el libro que tan asiduamente leía mi hermano algunos días atrás. Sin embargo no duró mucho en mis manos, una sombra veloz que parecía venir del corazón de la profunda caverna con un destello metálico que punzaba en mi garganta no me dejó disfrutar mi hallazgo.
Una pesada capucha cubría gran parte de su rostro y la oscuridad del lugar cooperaba para que yo no distinguiera quien era; no decía nada solo me mantenía inmóvil con el filo de su daga y en silencio extendió su mano, claramente quería el libro, no me quedó nada mas que entregárselo. Lo tomó lo guardó entre sus prendas y por un segundo pensé que me diría algo pues me observó como quien quisiera descifrar de que bando estaba en ese momento, definitivamente algo me decía que no era primera ves que me encontraba con dicha sombra. Aquel extraño instante le significó una distracción la cual aprovecho una furtiva flecha que intentó clavarse en él pero que pudo esquivar justo a tiempo, por lo menos lo suficiente como para que esta solo rozara su brazo haciéndole huir del lugar como un verdadero fantasma.
No me extrañaba para nada que Cadheon me hubiese mandado a seguir, por el contrario me intrigaba, mas bien toda esta situación la cual sentía como un sueño con ribetes de pesadilla y más aún, me intrigaba no recordar prácticamente nada de dos días atrás y esta angustia que sentía cada ves que trataba de ubicar a mi hermano en toda esta maraña de acontecimientos.
Había notado su presencia desde que entré a los laberintos lo que no tenía presupuestado es que luego de la huída de la sombra me dirigiera una flecha a mi también.
_ Si Cadheon desea el libro deja de apuntarme con eso y ayúdame a seguirlo.
Comenzamos a seguirlo entre las cavernas.
_Si Cadheon te envió a seguirme quiere decir que conoces bien secreto de los laberintos, me equivoco?
_ No.
_ Entonces, lo más probable es que desee salir pronto de aquí pues supone que conocemos al igual que él este lugar. Tomara la ruta del Nauribio la beta negra a nuestra derecha en la pared.
La idea parecía genial, la ruta que la sombra había tomado tenía un bifurcación , llegando a ese punto lo lógico sería que tomara uno de los túneles y así tendríamos que dividirnos para seguirle y tener éxito, pero el sujeto no tenía por que pensar como yo lo estaba haciendo…, y, allí estaba, frente a nosotros, esperándonos. Sacó sus armas con toda delicadeza y elegancia, mas solo se mantuvo a la espera, pero mi improvisado compañero de cacería no era muy paciente…el destello metálico de su diestra daga dibujo una elipse frente a mi, pasando frente a mis ojos y luego regresando a su mano, y en le proceso cortando al instante la garganta mi de súbito extinto compañero.
Mi lentitud de reacción me estaba exasperando y sin embargo parecía tener sentido para él, guardó sus armas y aunque no decía una palabra su gesto me hacía entender que esperaba una señal en mí, inclinó la cabeza a su izquierda pero enseguida escuchamos un sonido de muchos hombres que provenía de uno de los grandes túneles y volvió a estar alerta, luego, algo saco de entre su prendas y me lo arrojó luego tomó uno de los túneles, su giro y tranco al entrar y perderse en el, dejó ver por un instante la brillante empuñadura de su espada e inmediatamente recordé lo que Thaeles me había mostrado en el codiciado libro, una de las tres espadas de Debrannz.
Me incliné para ver al que yacía inerte a mi costado y al mismo tiempo abrí mi mano para sorprenderme al encontrar el anillo de mi hermano. En el metal recortada la silueta del Dragón, Draeconn.
_ Ese maldito se burló de ti, mató a tu hermano y ahora te arrojó la prueba de ello a la cara, su sortija con el emblema de tu familia.
_ Dime cómo es que sabías del libro que llevaba mi hermano y para que lo quieres?
_ El libro te lleva al códice, el códice guarda los secretos antiguos de poderosas armas y utensilios creados por los elfos oscuros, estas tierras guardan las tres espadas creadas por Debrannz, las tres espadas tendrán que reencontrarse en algún momento tal hecho liberara su poder escondido… Curull desea las espadas son las únicas que pueden destruirlo por que él es un Carthagan, desea el poder de las tres.
_ Tu no Cadheon…, insisto, como sabías de el?
_No soy Manthus, no confío como él en un elfo oscuro…necesito el poder de las espadas para destruirlo y a todos los Carthagan con él, sabes como muchos que los poderes oscuros son superiores que solo es cosa de saber controlarlos.
_ Pero Manthus nos envió con Curull
_Si Curull mató a Tu hermano es probable que Manthus les enviara a una trampa.
_ Por que insistes en que mi hermano esta muerto; hay!! y este maldito de dolor de cabeza, tengo una corazonada y es que mi hermano no esta muerto pero que algo tiene que ver con el Fantasma, pues el no necesita el libro para encontrar las espada pues ya posee una, tiene que haber otra razón para llevárselo y tiene relación con mi hermano por esa razón me arrojó el anillo y quiere que lo averigue.
_ Cómo era su espada…?
_Extremadamente lustrosa como jamás usada con una gema color fuego en su guarnición.
Si bien el dolor que se había apoderado de mi cabeza era insoportable no me impidió notar la preocupación en el rostro de Cadheon y el singular gesto al tomar su espada, oscura, como noche sin estrellas.
_El fantasma esta herido, eso quiere decir que es tan vulnerable como cualquiera de nosotros y como cualquiera de nosotros dejará un rastro por mas que le llamen Fantasma.
Lo que hasta ese instante no tenía claro es que él tenía mas ganas de encontrarnos a nosotros que nosotros a él por una vital razón.
Chadeon apostó hombres en la salida del paso Hai-der y juntos peinamos los pequeños bosquecillos húmedos que desfilaban como islotes entre las grietas de las montañas y no encontramos nada, el Fantasma le hacía honor a su nombre, pero lo que mas me molestaba es que yo le sentía como pegado a mi espalda.
La noche cubrió el campamento de un aroma suave como el olor de la flor de Figón en la primavera; olor a panecillos dulces, una suave neblina adormeció a los hombres, la extraña calma también mi invadió.
Un ardor que llevaba un par de días en mi cuello me obligaba a humedecer un trozo de tela y colocarlo para aplacar un poco el dolor, pero cuando la tela secaba el ardor regresaba, incómodo desperté del sopor en el que todos estaban; incluyendo los apostados de guardia, definitivamente algo raro pasaba.
Una oscura silueta se deslizó entre las sombras, la seguí y ésta se dirigió a donde Cadheon dormía; vi como se aseguraba de que durmiera profundamente mientras sigilosamente le quitaba la espada la cual Cadheon mantenía firmemente asida en su regazo como si presintiera que le sería arrebatada.
No notö mi presencia…yo tampoco la del fantasma a mi espalda.
_“No lo hagas…”_
Una voz que jamás había escuchado. Una voz que no encajaba en la escena, una mujer. Y luego, ahí, frente a mi, al que creí el misterioso fantasma volteó a verme.
No podía creerlo; el rostro de mi hermano se descubría mientras descorría la capucha de si.
_ Qué es todo esto…?
No lograba entender todo lo que veía. Mi hermano tomó la espada de Cadheon y levantándose la desenvainó. Tan solo al primer contacto con la empuñadora el ennegrecido metal se torno brillante, encendido, como recién forjada. Me asusté, más aún cuando palabras comenzaron a resonar en mi cabeza con un eco extraño, con un dolor insoportable
_Cálmate hermano mío, es solo que no recuerdas, el veneno aún esta en tu sangre…
_De qué hablas … qué está pasando?...ahhhh!!!! éste maldito dolor!!!
Mientras el dolor casi me volvía loco oí la voz de la mujer
_Thaeles, Gurgay esta aquí, nos observa… dile y muéstrale, no tienes mas tiempo, su corazón dirá.
_Hermano mío… trataste de matarme y Cadheon lo consiguió él te envenenó para controlarte y para que le ayudaras a dar con el fantasma. Curull, es ella y este es el secreto que guarda la espada.
Al instante de decir estas palabras descorrió de sí sus mantos y su pecho quedó al descubierto mostrando la mortal herida que le provoco la espada que Cadheon uso contra él y que ahora mi hermano empuñaba en su mano. Confundido grité el nombre de Cadheon para sacarlo del sopor y todos con él despertaron y a rastras fueron por sus armas. Mi hermano de pie, inmóvil, dejó ver lo que en apariencia parecía una herida abierta expuesta días, como de muerto, pero esta comenzó a tornarse fresca como si el tiempo retrocediera hasta el instante en que fue provocada, poco a poco hasta cerrar en cicatriz y desaparecer como si jamás hubiese existido. Cadheon presenció todo esto, aterrado, como si entendiera todo lo que ocurría y escucho así su sentencia.
_ Cadheon pudiste simplemente haber renunciado a ella, yo te habría dejado ir, ahora tendré que matarte, la espada lo exige por todas las vidas justas que cegaste.
El sonido de quien desenvaina espada de guerra inició todo, pero no duro mucho, Cadheon invocó el nombre de Gurgay.
Por un instante un resplandor como de fuego se desplegó por todo el lugar y algo sobrenatural pasó, la apreciación del tiempo cambió, el Fantasma, mi hermano y yo podíamos percibirlo pero para el resto de los hombres era como si el tiempo se hubiese detenido incluido Cadheon. Fue así como pudimos verle por primera vez en su forma original, Gurgay, un Cartaghan, uno de los poderosos… Uno a uno los cuerpos de los hombres a nuestro alrededor comenzaron a consumirse en fuego desde su interior, ejecutados por Gurgay, abrumados contemplábamos semejante poder y una vez mas ocurrió algo impensado, e aquí que el ser oscuro frente a nosotros sacó de entre si una espada negra que brillaba en sus relieves como bruñida hasta su máximo y aún así oscura, luego la arrojó hacia mi, clavándose de súbito a mis pies, tras aquello desapareció y un eco de macabra risa retumbó entre las piras humeantes de lo que hasta algunos instantes atrás habían sido hombres.
Marcamos el lugar con quince montículos de piedras apiladas, una por cada hombre.
Salimos de las montañas por el paso Hai-der, cabalgamos por horas sin decir una palabra.
Conforme nos íbamos alejando del lugar comencé a recordar todo, lo cual no fue muy alentador, mas tarde me enteraría como Cadheon pudo controlarme y como ingeniosamente Curull puso una pequeña espina de Huasú en mi cuello evitando que mi sangre se ennegreciera hasta la muerte.
A pesar de recordar gran parte de lo que pasó en aquellas montañas había una gran cantidad de preguntas rondando en mi cabeza.
De noche tomé la espada conmigo y me aleje del campamento, casi no noté que me había seguido. No fue necesario un preámbulo, parecía que ella conocía todas mis interrogantes y sin mediar preguntas solo dijo.
_ Se que te confunde el por qué te la entregó, por qué su oscuridad, y por qué no cambió en tu mano. Las espadas son parte del dueño que eligen, sin duda ésta es tu espada, eres tú, como tus ojos oscuros, profundos e in descifrables, imposible ver a través de ellos tu corazón, tanto tu como ella no dejan ver a simple vista si guardan algo bueno o malo…pero tu hermano puede ver claramente o por lo menos confía en ti, yo no, pude haberte matado sino hubiese sido por él. Iré un poco mas arriba, demoraré, sería bueno que hablaras con él, lo que a pasado no es fácil de asimilar de seguro tendrán mucho de que hablar.
Y me dejo allí…
Tras unos momentos fui con mi hermano, me paré frente a él y no podía decir palabra alguna, él se aproximó y me abrazó algo que hace mucho no hacíamos y simplemente lloré agradeciendo tenerlo conmigo.
Conversamos largo rato apoyados sobre una gran roca mientras la fogata ardía, no se en que momento me dormí.
Una tenue llovizna al amanecer me despertó y allí estaba, no me di cuenta en que momento llegó, era como una extraña visión, dormía bajo la llovizna y parecía que esta no la tocaba.
_Parece que la llovizna no la tocara, que extraña visión…
_Que pasa hermano…?
_Mira, esta ahí y simplemente parece que estuviera cómoda como en una plácida cama, siempre pensé que Curull era un hombre…
_ Definitivamente no es un hombre y creo que tampoco una simple mujer, Manthus debió habernos dicho.
_Si, Manthus… su espía, por qué el secreto con nosotros, Curull, el fantasma, ya no puedo decirle así, supongo que debe tener otro nombre…
_Eleann…, pueden llamarme Eleann, ese es mi nombre…
Mi hermano al instante soltó una risotada como de pequeño no escuchaba y yo me di cuenta que había adquirido el mal hábito de expresar lo que voy sintiendo en voz alta.
FIN
martes, 3 de junio de 2008
Eterno
Porque la hoja que por el viento cae no la toca
Ni agua que el cielo llora lleva del todo su andar
Inquietante y solitario eco de su voz el llano asola
Mítica silueta que a tu alma y corazón a de calmar
Porque su sombra no la rige poder ni luz alguna
Tampoco sus pasos llevan registro de su caminar
Siempre está y no desvanece, no olvida, ni de ti se va
Su mano se posa en tu hombro y sus ojos en tu mirar
Porque sin ella no habría historia ni tiempo alguno
Así tus penas y alegrías no tendría gracia contar
Porque en Kementaris hay poder antiguo como ninguno
Eternidad que todos conocen y que solo uno podrá cantar
kementaris
Porque la hoja que por el viento cae no la toca
Ni agua que el cielo llora lleva del todo su andar
Inquietante y solitario eco de su voz el llano asola
Mítica silueta que a tu alma y corazón a de calmar
Porque su sombra no la rige poder ni luz alguna
Tampoco sus pasos llevan registro de su caminar
Siempre está y no desvanece, no olvida, ni de ti se va
Su mano se posa en tu hombro y sus ojos en tu mirar
Porque sin ella no habría historia ni tiempo alguno
Así tus penas y alegrías no tendría gracia contar
Porque en Kementaris hay poder antiguo como ninguno
Eternidad que todos conocen y que solo uno podrá cantar
kementaris
lunes, 26 de mayo de 2008
miércoles, 14 de mayo de 2008
Este libro contiene las historias del Bosque Obscuro, de la Dama y sus Caballeros, desde el primero, El Guerrero, la Bruja y el Bufón, pasando por El mago Obscuro y la última El rey y las dos ramitas del árbol Negro. Lo que parecen simples cuentos son una realidad solo que contada de manera diferente, todos los personajes citados son reales, tan reales como este libro.
miércoles, 16 de abril de 2008
KEMENTARIS
EL REY Y LAS DOS RAMITAS DEL ÁRBOL NEGRO
Tres Hechiceras vinieron desde el oeste y un joven príncipe con ellas.
Conocidas entre los Grandes Señores era la fama que arrastraban desde lejos, pacientes habían sido en cuanto a su deambular en tierras del Oeste. Pero la mayor de las Hechiceras sabía que ya no había más que hacer en aquellas tierras, pues algunas culpas pendían sobre su cabeza y salió con rumbo a otras tierras antes de que alguien pidiera cuentas de ellas, fue en ese deambular que forjó alianza con la Bruja del Sur.
Prueba de lealtad de la Mayor de las Hechiceras hacia la Bruja fue darle muerte al Fiel Guerrero, y cumplió muy bien su cometido tal como la Bruja se lo había pedido.
Creyendo en todas las cosas que se decían de la Dama del Bosque pensaron que sería fácil para ellas entrar en sus dominios y quizás derrotada y sola, someterla de algún modo, mas no sabían que ella jamás esta sola.
Y se adentraron el los dominios del Bosque Obscuro y con cierto temor pusieron un pie delante del otro, pues nadie impedía su paso, lo cual no esperaban, esto les brindó confianza y siguieron yendo a lo profundo, y llegaron al punto en el que el día parece noche y apoyada sobre un frondoso árbol de obscuro follaje se encontraba un espada en su funda. Se acercaron con cautela y la tomaron. Bajo la densa obscuridad que caía sobre ellos como asfixiante bóveda retiraron lentamente la funda dejando al descubierto la hoja de la espada. Tenues brillos tornaron lentamente la hoja en perfecto espejo capaz de reflejar el más mínimo detalle. Nadie sabe con certeza que vieron reflejado en ella al colocar sus rostros en frente, pues solo se les vio dejar rápidamente los dominios del Bosque Obscuro para nunca más intentar un regreso. Pero luego de esto ocurrió algo que la Dama del Bosque no esperaba.
Alguien con quien ella no contaba se adentro en el Bosque Obscuro, llegando hasta sus mismas estancias, aún delante de ella.
El Rey del Castillo Negro el dominio permanente de la Bruja del Sur llegó a estar frente a la Dama del Bosque.
_No eres tu quien debería estar aquí, de frente a mi…
_Yo llevo la corona de ese reino, es mi voz la que debería oírse en cada rincón del Castillo Negro y si la muerte de tu fiel Guerrero se forjó dentro de los muros de mi casa yo soy tan responsable como aquel que le dio muerte con su mano a tu fiel Guerrero.
_A que has venido ahora cuando toda alianza está rota, por la traición del Guerrero Bufón al permitir que extinguieran la vida de mi guardián del Castillo de los Iluminados a quien había dejado a su cuidado?
_Vengo a ti a pagar por la vida de tu Guerrero.
Y el Rey metió su mano dentro de sus gruesas vestimentas y sacó de entre ellas dos ramitas.
_Tomad estas ramitas del Árbol Negro, la herencia imperecedera de mi casa, mi único y gran valor, solo tu sabrás extraer de ellas el poder de la vida para que nada de lo que invertiste ni de lo que entregaste se dé por perdido.
_ De lo que me das, solo tú y yo sabemos, el gran valor que posee. No era necesario para ti venir hasta acá para ésta entrega, pero lo agradezco. Si bien la existencia de mi Guerrero no tiene precio, aprecio tu acto de nobleza al tratar de mirar su muerte como la verían mis ojos. Mira aquí tengo la espada Kementaris la que guarda un secreto en su brillo. Decidle al Bufón que su resplandor puede devolverle la vista pues a pesar que conozco lo profundo de su corazón como muy bien él sabe también se que muchos le rodean, hombres y sombras que en ocasiones le impiden ver el camino de vuelta. Decidle que aquí permanecerá la espada, aquí en lo profundo del Bosque Obscuro que puede venir por ella pues yo me marcharé por un tiempo, abandonaré mis estancias para luego volver con otra historia y así se forjarán nuevos libros para mis guerreros.
Y se retiró el Rey del Castillo Negro de enfrente de la Dama y esa misma noche ella abandonó el Bosque Obscuro.
Para ese entonces una noticia cruzaba la comarca El Guerrero Juglar había regresado y no encontró vestigio alguno de la Dama del Bosque ni de quien fuera su compañero de armas el Guerrero Bufón.
Y Dama del Bosque no hizo ningún esfuerzo por encontrarse con el Juglar, y esperó que la lógica propiciara un encuentro entre el Bufón y el Juglar pues pensaba que a pesar de todo el Bufón no debía quedar solo en esta historia.
Y el Señor Gorán le brindó refugio a la Dama del Bosque en las Tierras Altas y allí forjó alianza con él hasta el final de los tiempos.
Mientras, en lo Profundo del Bosque Obscuro se puede ver de vez en cuando un extraño resplandor que espera paciente hacerse tan brillante como el sol.
By Kementaris
domingo, 30 de marzo de 2008
KEMENTARIS
EL MAGO OBSCURO Y EL SECRETO DE LA ESPADA
Y desde el sur se levanto una sombra, un Mago obscuro.
Un juicio simulado se llevó a cabo para acallar conciencias y determinar aliados
"Merece la muerte!!" decían, pues fuerzas obscuras tienen poder sobre él. Bajo esta falsa acusación se dicto sentencia sobre el Guerrero Guardián del Castillo de los Iluminados y el Mago obscuro procedente del sur estuvo presente en dicho juicio y lo apoyó y argumentó para otorgar mas peso a la sentencia, que el fiel Guerrero y la Dama del Bosque Obscuro habían confabulado en contra del reino de la Bruja, contra su corte y su Bufón
Más aunque las palabras del Mago le eran útiles a la Bruja estas escondían otro propósito.
El Mago obscuro tenía sus propias ideas con respecto al Bosque Obscuro, deseaba aquel lugar, tener dominio sobre el, deseaba desterrar a la Dama del Bosque de la comarca terminando con las alianzas que ella había forjado, pues deseó el control sobre ellas.
Fue así como su estrategia fue acabar con todo vestigio de lealtad y pidió entrar al Bosque Obscuro arguyendo que tenía información sobre el Guerrero y el Bufón.
Y contó con lujo de detalles la traición de la que había sido capaz el Caballero Bufón el antes protegido de la Dama del Bosque.
Tal información hizo que la Dama del Bosque fuera a inquirir directamente a la Bruja por la vida del Guerrero, pero tal acción casi le cuesta la vida pues la Bruja esgrimió todo su poder enfrente de ella dejándole claro el control que tenía sobre el Bufón ahora. Aun así la Dama del Bosque buscó los ojos del Bufón para intentar apreciar la verdad de todo; lo que a simple vista no se ve, pero no consiguió ver nada pues los ojos del Bufón se habían tornado grises y el Mago obscuro había levantado una nube en torno al Bufón, una nube que las fuerzas obscuras tornaban mas densas embotándole los sentidos, una nube que para los demás no era clara su procedencia, que le hablaba al oído al Bufón y le decía que la Dama del Bosque le había traicionado primero por lo tanto el tenía todo el derecho a destruirla. Pero el Mago no consiguió por completo su objetivo a través del Bufón.
El Bosque Obscuro seguía siendo un lugar seguro, pues solo puede pertenecerle a la Dama del Bosque.
Quizás le Bufón se hubiese librado del hechizo si tan solo hubiese vuelto a mirar a los ojos a la Dama del Bosque como lo hizo la primera vez, pero él rechazó la oportunidad de hacerlo.
Fue entonces que la Dama del Bosque supo que ya nada podía hacer, la alianza se había roto y ya no habría vuelta atrás. Y se refugió en lo profundo del Bosque y hasta allí llegó una Doncella y estuvo con la Dama del Bosque y averiguó muchas verdades entorno al juicio del Guerrero, a la Bruja y el Bufón y fue para ese entonces que el señor de las tierras altas Gorán también acudió en ayuda de la Dama del Bosque y fue allí que empezó a forjarse una férrea amistad entre ambos. Pero el corazón de la Doncella se sintió herido y traicionado pues abrigaba la esperanza de tener un lugar especial en el corazón del Señor Gorán. Y los celos se apoderaron del corazón de la Doncella y empezó a mirar con desden a la Dama del Bosque fue así como a hurtadillas salio del Bosque Obscuro y fue a buscar alianza al castillo de la Bruja llevando consigo todo lo que necesitaba para devolver la vista al Bufón mas escondió las verdades que había encontrado para beneficio propio y forjó nuevas alianzas hasta conseguir un lugar en el castillo y el lugar del Buufón continuó a obscuras.
Y tomó todas estas cosas la Dama del Bosque y las mezcló con metal y lágrimas y fue así que forjó la mas fantástica espada cuya hoja es como el cristal pero poderosa como el mas recio metal. Fue con ésta al cinto, que se dirigió a los Grandes Señores para exponer a ellos el Secreto de la Espada; su brillo, y no fue necesario sacarla de su funda solo expuso parte de su hoja desde la empuñadura.
Y expuso en palabras
_La espada existe y no desea ser usada. Su secreto, queda con ustedes. Por el bienestar de muchos les digo, que este corazón no la esgrimirá, aunque mi mano no tiembla al empuñarla.
By Kementaris
martes, 25 de marzo de 2008
KEMENTARIS
"EL GUERRERO", LA BRUJA Y EL BUFÓN
Y la maldita Bruja dictó sentencia sobre el leal Guerrero, guardián del Castillo de los Iluminados. Enseguida los secuaces mercenarios de la Bruja de a caballo se dirigieron a la fortaleza para prenderlo y darle muerte.
Dentro de la gran fortaleza, ya solo; tras haberse todos marchado, quedó el Guerrero, fiel a su comisión como Guardián del castillo. Si, fiel y leal a las palabras dadas por la Dama del Bosque Obscuro quien le pidió guardar el castillo de los Iluminados, paso obligado al Bosque Obscuro, dominio de la Dama del Bosque, dominio que la Bruja deseaba con ansias destruir.
Y encendió el Guerrero el braserillo y lo colocó a sus pies, de frente a él y las tenues brasas iluminaban los rasgos de su rostro el que empezó a reflejar una honda pena, las ramas del Bigal, el arbusto aromático que bordea los lindes del Bosque Obscuro se encendieron en su pecho como finos hilos de plata, su mano sujetaba con fuerza la lanza y callado que sostenía en su extremo la espiga dada por la Dama del Bosque a sus dos caballeros, los que de jóvenes fueran un Juglar y un Bufón.
Solo fue un tenue aliento en la obscuridad del castillo suficiente para que el leal Guerrero advirtiera su presencia.
_ ¿Qué hacéis aquí joven caballero? traición hay en el aire y no logro advertir con certeza su procedencia, salid de aquí y decidle a mi Dama del Bosque que venga por mi que solo no podré contra esta traición.
_Lo siento leal Guerrero no lo haré… poderosa Bruja me somete y mi poder se ha hecho obscuro en mi, ya no haré nada por ti…
_ Venid!, acercaos a la luz… tu rostro a cambiado!, tus manos traen muerte esta noche para mi y tu piel se a hecho escamosa para mi Dama, han vuelto a ti los colores fugases y cascabeles de tintineos discordantes, tu deserción y mi muerte destruirán un corazón esta noche y tu pie jamás volverá a adentrarse en el Bosque Obscuro
_Qué importa eso ahora? Mira, las manos que te darán muerte ya están dentro de la fortaleza y nadie mas jamás sabrá de ti y cuando por ti ella pregunte no le daremos señas de lo que esta noche pasó.
_De veras crees que esto solo se perderá en el tiempo? No mi joven amigo, pues no sabes en el fondo lo que esta noche has permitido, no comprendes el poder desatado pues guardas aún una historia que conoces bien, una historia que cuentas solo con la Dama, una historia que nadie conoce, una historia que solo es de ustedes dos, una historia sellada con traición, el fuego no acaba con esto, pues hiciste de esta alianza al tratar de corromperla algo eterno que estará contigo el resto de la vida. Vete ahora para que no se diga que tu mano tomó parte en mi muerte, vete para que nunca sepa ella que no sirvió de nada todo lo que ella en ti confió.
Y ensombreció el Bufón su rostro. Por días y días la Dama inquirió de él el paradero del Leal Guerrero, mas el Bufón no dijo palabra alguna y tomó su lugar al lado de la Bruja y así dejó que la obscuridad cubriera su corazón por muchas lunas y la Dama del Bosque solo se retiró a lo profundo del Bosque Obscuro, de todo esto no dijo nada ni siquiera al joven Juglar pese a que deseaba contarle lo sucedido, mas pensó que se merecía un tiempo de averiguar y ver por si mismo muchas cosas y decidió esperar hasta un mejor momento para hablarle. Y al Bufón le dejo partir y muchas traiciones siguieron generándose luego de la muerte del Leal Guerrero, gente de lejos tomo parte en versiones diversas sobre los hechos que llevaron a la muerte del Guerrero así como otros que ponían como responsable de la misma, así como de los desvaríos del Bufón a la mismísima Dama del Bosque Obscuro pero ella no se defendió y menos atacó teniendo todo el poder para hacerlo. En silencio fue recolectando una a una las debilidades de todos los implicados en la muerte y desaparición del Guerrero para tenerlas allí y usarlas si llegase el momento en que fuese necesario.
Y el gran señor Gorán ofreció su mano para ayudarla en estos menesteres pero todo esto es ya parte de otra historia.
By Kementaris
miércoles, 2 de enero de 2008
BUFON
Mítico juego de cuerdas, colores y cascabeles
Así se teje su vida entre diversiones y placeres
Sin preocupaciones aventando al viento corazones
Silueta llamativa alimentando sin prisa las pasiones
Canto frenético de amores olvidados
Único testimonio de lo ha perdido y a ganado
Curiosa piel cargada de sueños erotizados
Huérfano corazón de lo que realmente a importado
Risa infantil de escondido deseo saturada
Manos de rápido volar que de inocentes no tienen nada
De caminar sinuoso que no avisa su llegada
Con ojos de refinado cazador de mirada despiadada
Mientras mas se huye de él más sale a tu encuentro
Ahí esta de nuevo mirándote y riendo
Buscando una palabra una sonrisa para su argumento
Mas la letanía es conocida y ya no aguanta otro intento
Ni la charada ni la pasión llenan el vacío que siente
Vacío se mantendrá si no llena de algo mejor su mente
Su corazón aún se mantiene oculto y se miente
Si no quiere que en sus payasadas lo encuentre la muerte
Será mejor que un cambio rápido y definitivo intente.
SOMBRA
En el arco negro del disfraz sin sombra
Guardas el rojo eterno
De lo que tu piel ahoga
Pardo matiz de cristales que acosan
Mi miedo desnuda
Y a mi escencia provoca
Inquietante seda manto que sofoca
Silencioso quejido
Un aullido entre sombras
Con blancas y rapaces alas se arroja
Me da caza, me eleva y atonta
Con sus garras me sostiene firme
Y sobre mi extiende su negra sombra
En el arco negro del disfraz sin sombra
Guardas el rojo eterno
De lo que tu piel ahoga
Pardo matiz de cristales que acosan
Mi miedo desnuda
Y a mi escencia provoca
Inquietante seda manto que sofoca
Silencioso quejido
Un aullido entre sombras
Con blancas y rapaces alas se arroja
Me da caza, me eleva y atonta
Con sus garras me sostiene firme
Y sobre mi extiende su negra sombra
ADICCION
Como la peor droga me atraes...
Me atraes porque mas que nada eres piel,
Esa piel que cobija y condena,
Que me hace sentir tranquila e inquieta,
Esa piel de la que me gusta su aroma,
Que su sudor no me incomoda,
Que me hace comer lo que comes,
Beber lo que bebes,
Que provoca en mi adicción
Adicción al juego de tratar
De no perder el control
Tonto juego que no tiene perdón
Sacar esa droga de mi debo
Pero antes que nada admitir en cuestión
Que como adicta a ti
Ya no resisto la tentación...
Como la peor droga me atraes...
Me atraes porque mas que nada eres piel,
Esa piel que cobija y condena,
Que me hace sentir tranquila e inquieta,
Esa piel de la que me gusta su aroma,
Que su sudor no me incomoda,
Que me hace comer lo que comes,
Beber lo que bebes,
Que provoca en mi adicción
Adicción al juego de tratar
De no perder el control
Tonto juego que no tiene perdón
Sacar esa droga de mi debo
Pero antes que nada admitir en cuestión
Que como adicta a ti
Ya no resisto la tentación...
FELINO
Río cuando mi recuerdo empieza de nuevo a rozar tu pensamiento
Volviendo a planear otro intento
Divertido me resulta entre sombras y siluetas tu deambular felino
Esperando darle a este ratoncillo un fin violento y divino
Como gato en celo caminas dejándote oír en desfinado maullido
Para ti Agosto jamás acaba ni pasa al olvido
Y vuelvo a reir cuando te agazapas y de un salto deseas darme caza
Como si yo fuera aquel pajarillo que se te fue dejándote con ganas
En ocasiones te vuelves fiero y violentamente abandonas tu lugar
Abandonas cuando te percatas que por otro me deje cazar
Pero como gato nuevo me diviertes y mas...
Pues cuando por fin te dejo tenerme y entre tus garras estar
No sabes hacer otra cosa mas que jugar.
Río cuando mi recuerdo empieza de nuevo a rozar tu pensamiento
Volviendo a planear otro intento
Divertido me resulta entre sombras y siluetas tu deambular felino
Esperando darle a este ratoncillo un fin violento y divino
Como gato en celo caminas dejándote oír en desfinado maullido
Para ti Agosto jamás acaba ni pasa al olvido
Y vuelvo a reir cuando te agazapas y de un salto deseas darme caza
Como si yo fuera aquel pajarillo que se te fue dejándote con ganas
En ocasiones te vuelves fiero y violentamente abandonas tu lugar
Abandonas cuando te percatas que por otro me deje cazar
Pero como gato nuevo me diviertes y mas...
Pues cuando por fin te dejo tenerme y entre tus garras estar
No sabes hacer otra cosa mas que jugar.
ARTE
Si cada una de las letras por mi escritas,
Hacia ti volaran, sin duda dirían...
Que mi lápiz se desliza sobre la hoja
Con cada respiro tuyo, al ritmo de tu cuerpo.
Si mis dibujos cobraran vida
Y hasta ti llegaran podrían contarte...
Que toda imagen, mi pincel detalla
Con la suvidad de cada rincón de tu piel,
Diluyendo colores al vibrar de tu calor.
Que si las noches fueran mas largas
Y los días mas intensos,
Simplemente no sobreviviría
A tan maravillosa inspiración.
Que cuando te recuerdo,
La obscuridad es simple penunbra,
Que mi luz es solo el brillo de tus ojos
Y mi verdad el latido de tu corazón.
Si cada una de las letras por mi escritas,
Hacia ti volaran, sin duda dirían...
Que mi lápiz se desliza sobre la hoja
Con cada respiro tuyo, al ritmo de tu cuerpo.
Si mis dibujos cobraran vida
Y hasta ti llegaran podrían contarte...
Que toda imagen, mi pincel detalla
Con la suvidad de cada rincón de tu piel,
Diluyendo colores al vibrar de tu calor.
Que si las noches fueran mas largas
Y los días mas intensos,
Simplemente no sobreviviría
A tan maravillosa inspiración.
Que cuando te recuerdo,
La obscuridad es simple penunbra,
Que mi luz es solo el brillo de tus ojos
Y mi verdad el latido de tu corazón.
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