sábado, 8 de octubre de 2011

VINCULO


KEMENTARIS

Guarda la luz del instante mismo del amanecer.

No temas mis palabras…

En el borde de una hoja tiembla mi corazón

Entre muchas sujetas a la rama de la razón.

En su sangre, mezclada va la mía

Hasta lo profundo del bosque húmedo,

En una cordillera fría.

Mis manos se pierden y entierran en la tierra

De lejos busco tu huella

Por un instante te olvido…tu imagen de improviso

De mis labios, mi voz… llamándote sin permiso…

No temas lo que ves…

Por encima de las aguas hasta la torre sobre el mar

Entre paredes de piedra sobre piso de cristal

Las olas ríen y la espuma de mar

Al ver mis pies de blanco caminar

La vuelta de la escalera en el rincón de enamorados

Nuestras risas en la torre del pasado.

Con rumor de noche con color de frío

Entre el mar y el bosque, de la montaña al río.

No temas mi voz…

Al viento digo ..jamás digas que los sueños sucumben

Al rigor del tiempo…

Porque prueba de lo contrario es todo este canto

Y simplemente lo que siento.

A ti nube gris, de rápido deambular.

Húmedo recorrido que te hace abrigar.

No te siento y te olvido… mas se, que en mi piensas

Cuando a pleno sol… muero de frío.

KEMENTARIS